Las innovaciones tecnológicas en el sector energético avanzan a pasos agigantados y como bien se sabe, la energía no puede ser almacenada en grandes cantidades. Ahí se encuentra el reto: encontrar la manera de almacenar energía a gran escala en dimensiones más reducidas a las existentes actualmente.
Estudios han demostrado que el almacenamiento de la energía es algo indispensable para cumplir con los objetivos de la sostenibilidad energética. Es necesario entender las particularidades de las energías renovables con el fin de encontrar el mejor camino hacia la sostenibilidad.
Las tecnologías renovables, tienen un carácter impredecible, por lo tanto, la generación de estas puede presentar volatilidad, por lo que es necesario encontrar la manera de almacenar la energía cuando están en sus niveles máximos de generación.

Los nanomateriales hacen que las baterías fabricadas con este tipo de materiales sean más pequeñas y más duraderas, de carga más rápida y con un desgaste más lento. Los científicos han encontrado la manera de diseñar materiales a una nanoescala, llamándole al proceso nanoestructuración, los cuales han demostrado tener una alta efectividad, sin embargo, es una tecnología costosa por lo cual no se ha podido implementar las técnicas de fabricación a gran escala.
Los nanomateriales, dentro de sus ventajas, es que son materiales que fomentan la sostenibilidad y remplazan el uso de algunos componentes o materiales convencionales que generan toxinas que, no se alinean con los estándares ambientales.
Se trata de fusionar la tecnología con la energía encontrando las mejores soluciones para el mejor provecho de los recursos naturales, considerando la accesibilidad a dichas tecnologías, para que sean viables y se logren cumplir las metas de sostenibilidad, eficiencia energética y cuidado ambiental.
Tomado de EnergyNews