En las últimas semanas el coronavirus ha desencadenado una crisis que ha afectado tanto la bolsa de valores como el precio del petróleo y otras materias primas.
Los precios han sido afectados de tal manera que el lunes pasado se denominó “lunes negro”, donde el precio del crudo cayó un 30%, alcanzando valores tan bajos como los que se observaron en 1991.
Al esparcimiento del coronavirus a nivel mundial, se le suma la “guerra de precios”, generada por el conflicto entre Arabia Saudita y Rusia, dentro del contexto de falta de acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP-. Arabia anunció un aumento de la producción de crudo posterior al anuncio de Rusia frente a la OPEP de recortar su producción, con el fin de estabilizar los precios tras el colapso de los mismos por la crisis del coronavirus. Estas acciones provocaron que el precio del Brent cayera hasta US$31.5 por barril y el West Texas Intermediate -WTI- alcanzara los US$31.02 por barril.

Desde la crisis de 2008 las acciones en Wall Street cayeron en picada un 7.5%; y en Europa, la bolsa de Milán se desplomó un 11.17%. El índice Dow Jones cayó un 7.8% y S&P[1] un 7.6%. La reducción de los valores provocó un cierre de transacciones por 15 minutos en la bolsa de Nueva York. La bolsa brasileña, al igual que Wall Street, vio caer el índice Ibovespa, obligando a cerrar transacciones por un lapso de 30 minutos luego de que la actividad bursátil cayera 10%. La caída de muchos índices, motores de la economía mundial, causó que muchos organismos internacionales y bancos advirtieran un menor crecimiento y una posible recesión, empezando por un disparo de monedas como el dólar estadounidense.
¿Cómo la caída del precio del petróleo afecta a Latinoamérica? Tres países en la región dependen mucho de sus exportaciones de crudo: Venezuela, Colombia y Ecuador, al bajar el precio del petróleo, sus ingresos fiscales serán menores. Países como Brasil y Argentina, también productores de petróleo, no se verán drásticamente afectados ya que sus ingresos fiscales no dependen directamente de esta mercancía. Se prevé de igual manera una reducción en las inversiones para la extracción del petróleo, ya que sus costos de producción son muy altos y no se perfilan incentivos de demanda a corto plazo.
Por el contrario, los países importadores de petróleo se verán beneficiados por la caída del precio, ya que verán la oportunidad de adquirir esta materia prima a precios muy competitivos.
[1] Standard and Poor´s
Fuente: BBC News